EL ARTISTA
Tobias Lilja nació en 1984 en la pequeña localidad sueca de Anderstorp y, desde muy pequeño, mostró un especial interés por la música. A la edad de 7 años, cayó en sus manos The Man-Machine, el álbum de Kraftwerk, y quedó fascinado por los sonidos, los sentimientos que estos generaban y sus distintas texturas.
En 2011, empezó a trabajar como diseñador de sonido para el estudio de videojuegos Tarsier Studios en Malmö, Suecia, donde compuso la música de los juegos de Little Nightmares.
LA MÚSICA
Little Nightmares banda sonora
Little Nightmares es una oscura y extravagante historia sobre una chica llamada Six que debe escapar de un misterioso navío llamado Las Fauces.
La banda sonora se caracteriza por temas tranquilos, como los de las secuencias de exploración del juego, pero también por otros que describen el desquiciante caos industrial en las intensas secuencias de persecuciones.
Los principales elementos musicales sobre los que se van creando los temas son grabaciones de instrumentos acústicos, como la caja de música, el trombón y el acordeón, además de la voz, generalmente muy procesados con filtros que contribuyen a crear una atmósfera surrealista y sobrenatural. Estos se mezclan con los elementos sonoros del mundo del juego, como golpes distantes contra un casco metálico, bocinas de barco, cacerolas y sartenes, o el chirrido de una jaula de metal al ser arrastrada sobre un suelo de cemento, para crear una atmósfera en la que los elementos musicales y medioambientales se solapan continuamente.
La presencia de Six se representa mediante melodías infantiloides que recuerdan a las nanas de los niños, pero con una vuelta de tuerca más lúgubre y machacona que refleja la inquietante atmósfera de Las Fauces y la influencia que ejerce sobre sus visitantes.
Little Nightmares Banda sonora de II
Little Nightmares II es un juego de aventura y suspense en el que tomas el papel de Mono, un joven atrapado en un mundo distorsionado por la transmisión zumbante de una torre distante.
La banda sonora de Little Nightmares II despega justo donde acaba la de la primera entrega y va más allá de las claustrofóbicas estancias de Las Fauces para retratar una mayor cantidad de espacios abiertos y describir una gama de emociones mucho más amplia y dinámica, como, por ejemplo, el terror que se siente cuando grotescas criaturas intentan dar caza a tu personaje o los sentimientos de unión y ternura.
Muchos de los motivos melódicos son de corte familiar, como también lo es la selección de instrumentos utilizados —el tarareo de los niños, la caja de música o el piano eléctrico—, aunque, en esta ocasión, esos motivos recorren una gama más amplia de estilos e instrumentos musicales diseñados para cada nivel del juego. Así, la música de una escena con un bosque aparentemente muerto se creó a partir de las grabaciones realizadas con una guitarra acústica de cuerda frotada; en cambio, la música de las secuencias de la escuela, poblada por unos matones de lo más histéricos y una profesora demasiado aficionada a la disciplina, se centra más en la percusión de jazz acompañada por instrumentos de viento madera muy desafinados.
Toda la música gira en torno a un enfoque basado en el diseño de sonidos para el que se utilizan creativas técnicas a la hora de crear samples con el fin de ampliar y distorsionar tanto el sonido como la gama natural de los instrumentos acústicos, sin perder de vista el estado emocional de los personajes que se encuentran en el centro de la historia.
El resultado final es una atmósfera musical surrealista y sobrenatural, a la par que familiar, que acompaña a la perfección el mundo visual de Little Nightmares II.